Por @Alvy — 30 de diciembre de 2018

En este acongojante vídeo de se puede observar cuán realista es el simulador de «barco hundiéndose» que la Marina Real británica utiliza para entrenar a todo marino que se suba bordo de un barco de guerra. La idea es que todos sepan lo que hacer en caso de emergencia: brecha en el casco, si el barco se está hundiendo o si hay que achicar agua. En el vídeo Tom Scott y una pandilla de amiguetes indocumentados se enfrentan tras un poco de entrenamiento a las tres pruebas que normalmente se deben superar, de menor a mayor dificultad.

El simulador, llamado DRIU (Damage Repair Instructional Unit) es como un barco de mentirijillas, un decorado con tres cubiertas pero con los mismos materiales y medidas que los de verdad. Los materiales, los sistemas de emergencia (iluminación, etcétera) y hasta las herramientas que se han de emplear son idénticas: básicamente grandes mazos, cuñas de madera y vigas de diversos materiales.

El simulador puede soltar por ciertos agujeros chorrazos de agua a presión para simular una brecha de forma realista (a partir de 120 psi = 8 bares). Además de eso todo el «barco» se puede inclinar hasta 15° en varias direcciones (se empieza por 5°) para darle un poco de emoción a la cosa. Un equipo de instructores está al tanto en todo momento, porque la escena es quizá demasiado realista y un poco peligrosa, aunque el agua, la iluminación y el humo se pueden controlar a voluntad (y hacer desaparecer en instantes). Todo eso es tarea del «conductor del simulador» que está en una cabina anexa.

Como se puede ver la pandilla se enfrenta a una situación realmente chunga, porque la presión hace difícil utilizar las herramientas y en el segundo ejercicio la supuesta brecha está detrás de un armario. Muy difícil superar las pruebas, según cuentan: para una de ella la cuadrilla necesitó cinco intentos. Tal y como explican en la conclusión, el trabajo en equipo es fundamental en estas situaciones. Si las cuñas no sirven se pueden cortar para hacerlas más pequeñas pero el agua es demasiado poderosa en muchas ocasiones y todo resulta caótico. ¡Ah! Y no hay que olvidarse de que los humanos necesitamos respirar en medio de tanta acción, algo que dicen que «a veces hasta se te olvida».

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