Si utilizas lentillas o gafas tal vez en alguna ocasión hayas experimentado la angustia de imaginar qué pasaría si te encuentras en una situación en la que no tienes acceso a tus gafas o a un nuevo par de lentillas. Esto es lo que plantea Nick Greene en What If You Survive the Apocalypse and Only Have One Pair of Contacts: sobrevivir a un desastre (terremoto, inundación, ataque nuclear, invasión extraterrestre, apocalipsis zombi, y cosas así) y perder las gafas por el camino. O quedarte sólo con el par de lentillas que llevabas puestas en ese momento.
Ante tal circunstancia “sin las gafas o las lentillas me encontraría en desventaja competitiva para ponerme en ‘modo supervivencia’”, escribe Nick Greene. “Incluso un niño pequeño con buena vista pasará por encima de mí en la cadena alimenticia.”
Recientemente un amigo me contaba cómo estuvo a punto de perder el ojo debido a una queratitis por Acanthamoeba, un microorganismo que puede llegar al ojo a través del líquido para lentillas si este se contamina; si se añade agua o al tocarlo con los dedos recién lavados, por ejemplo. Y una vez que el microorganismo se instala en la córnea... bueno, mal asunto.
A pesar de ese riesgo, según el oftalmólogo, las lentillas mensuales pueden utilizarse hasta tres meses, aunque esa afirmación va acompañada de un aviso: “eso sería demasiado: usar las lentillas más allá del tiempo recomendado conlleva un grave riesgo de infección ocular.” Así que parece mejor desechar esa idea junto con las lentillas.
Intentar mantener limpias las lentillas en pleno apocalipsis además puede ser realmente complicado y hacerlo a ciegas todavía más, lo que a su vez incrementa el riesgo de infección — y por extensión el riesgo de perder la vista del todo en un proceso doloroso. La recomendación fácil para evitar verse (o estar sin verse) en esa situación es tener siempre a mano un par de gafas, aunque eso tampoco garantiza ver con nitidez el fin del mundo. Otra opción es someterse a cirujía ocular para corregir los defectos de visión antes del apocalipsis: “muchos bomberos, policías y personal de emergencias se someten a la cirugía para no depender de unas gafas o de unas lentillas cuando se enfrentan a situaciones complicadas.”
Fotografía: Anton Darius | Sollers en Unsplash.