El reciente terremoto de Ishikawa en Japón, de magnitud 7,6 ha provocado algunos cambios medibles en los terrenos de la zona. Los científicos han calculado que, en su epicentro, se ha producido un desplazamiento de hasta 1,3 metros.
Las mediciones se han realizado con datos GPS de alta precisión, obteniéndose valores diferentes en puntos de control de diversas ciudades, que van entre los 60 y los 130 centímetros, normalmente con un desplazamiento hacia el oeste y el noroeste. A menor escala, otras zonas cercanas también se han desplazado varios centímetros.
No me imagino las complicaciones que esto puede suponer de cara a la cartografía local, las instalaciones y servicios que requieren alta precisión y las labores de ingeniería que tendrán que llevar a cabo para volver a medir y ajustar todo para que las antiguas medidas encajen con la realidad.
Como se ha podido ver en las noticias, los sistemas de alerta temprana pudieron dar algunos segundos vitales para que muchas personas que recibieron las alertas en sus teléfonos móviles buscaran refugio (los móviles hacen sonar una fuerte alarma y aparece el mensaje ¡Huye!) También funcionaron los sistemas de alerta de maremotos, que proporcionan algo más de tiempo para escapar a zonas seguras. Ahora los científicos analizarán todos los datos para aprender más sobre este tipo de desastres naturales de cara al futuro.
Actualización (5 de enero de 2024) – Según cuentan, algunas zonas de costa se han desplazado hasta 250 metros debido a los corrimientos de tierra provocados por el terremoto.