Una curiosa iniciativa con el nombre de Trazeo está intentando completar la fase de financiación colectiva en Goteo.org para desplegar un proyecto que ayude a repensar la forma de llevar los niños al cole, combinando sostenibilidad y tecnología. Quien más, quien menos que haya visto o vivido cómo son las horas de entrada y salida de un colegio será consciente del problema: cientos de padres agolpándose, coches aparcados en doble y triple fila, carreras, autocares de «la ruta» muchas veces poco optimizados… Es como si cada día se viviera un pequeño Apocalipsis zombie, aunque afortunadamente hay alternativas.
La idea de Trazeo es combinar los pedibuses –rutas a pie de niños acompañados por padres– y su estupenda integración con la ciudad, el disfrute de la naturaleza y la salud, con una pizca de tecnología. Es todo un ejercicio que requiere repensar la forma en que funcionan las rutas hasta el colegio, priorizando la seguridad, acercando a los niños y a los adultos al disfrute de las ciudades y su entorno.
Los usuarios de Trazeo comienzan consultando las rutas de pedibuses ya existentes u organizándose para crear otras nuevas. Esta es una labor de comunidad en la que la tecnología de mapas y las redes sociales vía Internet juegan una importante labor y requiere una buena coordinación.
El siguiente paso es una app que se instala en el teléfono inteligente del adulto acompañante en la que se puede ir marcando en tiempo real lo que está sucediendo: la posición del grupo en tiempo real sobre un mapa, las incorporaciones de niños al pedibus (los niños llevan una tarjeta con un código, o bien se puede hacer tecleando su nombre). En esta app también se pueden marcar diversas incidencias y, finalmente, registrar cuándo los niños han llegado al colegio, lo cual aparece como una notificación en los teléfonos móviles de los padres.
Entre los diversos objetivos que se ha marcado el proyecto está facilitar las labores de las asociaciones de padres de alumnos, reducir el número de vehículos que se utilicen para traer y llevar a los niños al colegio (incluso, si no se pueden eliminar, facilitando puntos intermedios de reunión) y la creación de rutas «oficiales» fomentadas por instituciones. Con el fomento de este tipo de rutas a pie los niños se acercan más a la ciudad, sus calles, comercios y realizan una actividad saludable como es pasear con los amigos – siempre supervisados por adultos y con sus padres completamente tranquilos estén donde estén.