Por @Wicho — 16 de mayo de 2007

La última vez que estuve en Londres en las cercanías del Tower Bridge estaba instalado The Weee Man, una escultura que intenta concienciar a la gente de la cantidad de basura electrónica y eléctrica que genera al cabo de su vida, pero desde luego el ensayo fotográfico Inside the Digital Dump da una idea bastante más dura del tema.

Según este reportaje al cabo del año se generan en todo el mudo de 20 a 50 millones de toneladas de restos de ordenadores, teléfonos móviles y otros dispositivos electrónicos, y en lugar de reciclarlos adecuadamente y en cumplimiento de las leyes vigentes en los países en los que han sido vendidos a menudo sale como 10 veces más barato enviar los restos a vertederos en países como China, India o Nigeria, dónde hay personas que intentan aprovechar esos restos, que entre otras cosas son sorprendentemente ricos en metales como oro, aluminio y cobre, que se extraen fundiendo esta chatarra electrónica.

Fundiendo placas para extraer metales valiosos © Natalie Behring / Foreign Policy
Fundiendo placas para extraer metales valiosos © Natalie Behring / Foreign Policy

Por ejemplo, una tonelada de restos de ordenadores contiene más oro que 17 toneladas de mena de oro, y las placas de circuito impreso son 40 veces más ricas en cobre que la mena de cobre, pero extraerlos supone exponer a las personas que lo hacen a vapores de otros metales más dañinos como plomo, mercurio y cadmio.

Y el problema es que parece una situación que parece difícil de remediar, pues aunque los países que reciben toda esta basura del mundo digital a veces intentan poner coto al tema en realidad es una importante fuente de ingresos para las economías locales.

(Vía Boing Boing.)

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