Este mapa de distancias isocrónicas (isocrónica = «en el mismo tiempo») muestra los tiempos de viaje para recorrer diferentes distancias partiendo del Londres de 1914: en rojo oscuro los lugares a los que se podía llegar en menos de 5 días, en azul oscuro los que requerían más de 40 días.
Como bien apuntaba Mauro Entralgo (en cuyo Twitter lo vi) «lo que más aumentaba el tiempo de un viaje no era la distancia, sino un destino continental muy interior». Efectivamente: las áreas centrales de África, Asia o Sudamérica eran los destinos más alejados – cronómetro en mano.
El mapa es de John G. Bartholomew, y lo publicó en su Atlas de Geografía Económica a principios del siglo XX. Tal y como explican en Intelligent Life Magazine el mapa coincide con el desarrollo del tren en las diversas partes del mundo en aquella época, con zonas mejor comunicadas allí donde había tendidos férreos y de más difícil acceso en el interior.
(Vía @MaxCRoser + @Tyrexito.)