Este es uno de esos vídeos del tipo Cómo se hace… en el que se ha utilizado un dron para grabar todo el procesamiento y fabricación de piezas de madera en una serrería. Es de esos vídeos relajantes y (TOC, TOC) satisfactorios para toda persona amante del orden y de las cosas bien hechas apreciará.
El «viaje» de los árboles hasta convertirse en piezas para sillas, lápices o piezas de construcción, está casi completamente automatizado – una curiosa combinación de nueva y vieja tecnología que tiene un encanto especial. Comienza por la llegada de los troncos ya cortados (proceso que realizan en los bosques los garras mecánicas de las máquinas cortadoras) y su separación por tipo de árbol. Enormes rodillos y cintas transportan los pesados troncos, ya seleccionados, al interior de la serrería, donde se cortan según la longitud y forma deseadas. Entonces salen de allí listos para ser secados en unos almacenes especiales y embalados en palés para transportarlos a los clientes.
Durante todo el vídeo se puede observar cómo el proceso es en gran parte automático; no está claro cada cuánto habrán de parar las máquinas porque haya un atasco, pero no da la impresión de que sea un problema frecuente. En alguna escena se ve a un controlador que trabaja en una sala llena de ordenadores y paneles que indican el estado de los diferentes procesos; además de eso algunos operarios están atentos a ciertas operaciones. Aparte de eso todo el proceso es como música celestial: árboles que entran, madera perfectamente cortada que sale al cabo de un rato.