Este artículo se publicó originalmente en Cooking Ideas, un blog de Vodafone donde colaboramos semanalmente con el objetivo de crear historias que «alimenten la mente de ideas».
Decía Jim Carrey en aquella comedia titulada Un loco a domicilio (The Cable Guy, 1996) que el problema de la vida real es que no hay «música de peligro» que te avise en ciertas situaciones. ¡Ah, si hubiera música de fondo adecuada para situación, cuán distinto sería todo!
Basta imaginar cómo tronaría la música de la Marcha Imperial de Star Wars de fondo si Darth Vader el jefe se acercara por el pasillo de la oficina; la característica tonadilla de Misión Imposible al salir de una reunión «motivadora» o quizá una agradable música instrumental cuando dedicamos un rato a meditar profundamente sobre cómo resolver un problema.
Aunque todavía no hayamos llegado a ese punto, vamos a avanzando. La gente de Bluebrain ha publicado ya varios álbumes de geomúsica, que es como han denominado a una app para iOS (iPod/iPhone/iPad) que combina música y geolocalización de una forma un tanto peculiar.
Los contenidos del álbum están relacionados con las coordenadas del mapa de un lugar, de modo que cada composición musical suena dependiendo de la zona por la que se mueve la persona. A medida que pasea por dicho lugar y el GPS del dispositivo móvil recoge la señal (en este caso, Central Park, en Nueva York), suena un tema u otro. Tienen otro álbum dedicado a la Explanada Nacional de Washington D.C. y algunos más en camino.
No sé si ya existen otras aplicaciones para iOS o Android que aprovechen de este efecto (aparte de las guías de museos) pero tampoco deben ser muy difíciles de construir: tan solo tendrían que ofrecer un mapa para que el usuario asignara canciones cerca de algunos puntos escogidos y luego comenzar a reproducirlas con un suave fundido de unas a otras.
Me consta que existen apps similares que lanzan alertas en función de la ubicación del usuario; por ejemplo el clásico Android Boundary Reminder para Android. Apple explicó en la presentación del iOS 5 que ésta será una de las nuevas funciones incorporadas a sus dispositivos, previsiblemente con una interfaz minimalista que haga muy fácil programar esos avisos en el iPhone.
También imagino que existirá alguna aplicación que detecte los nombres de los teléfonos Bluetooth que están al alcance del móvil y lance avisos en función de ellos. Bastaría asignarlos a los nombres de la agenda para montar un sistema de alertas apropiado o divertido, que haga sonar música cuando ciertas personas se acerquen o se vayan del radio de acción (que suele ser de unos 50 o 60 metros cuadrados). O incluso que avise si se aproxima gente desconocida.
Seguro que no siempre funcionaría, pero sería casi una especie de superpoder: podrías recibir avisos cuando otras personas concretas estuvieran cerca, si el vecino entra en su casa o se va, o incluso –como ya existe en diversos servicios hace tiempo– para el ligoteo con gente que se instalara cierto software específico en su móvil.
Esta aplicaciones tienen todavía sus problemillas: en las que requieren geolocalización hay que llevar activado el GPS del móvil (lo cual tiende a gastar rápidamente la batería), la precisión a veces deja un poco que desear y seguramente fallen el momento más inoportuno, haciéndonos perder alguna alerta importante (mientras que seguro que funcionan para recordarnos que compremos el pan de vuelta a casa, tsk).
Volviendo a la música, alguien comentó el otro día que, en el culmen de la integración de las aplicaciones móviles, lo más deseable sería poder decirle a Siri, la asistente de voz «inteligente» del nuevo iOS algo así como «Siri, quiero oír la canción que está sonando ahora cada vez que pasemos por este lugar» y que el teléfono sea capaz de tomar nota de la canción que se está reproduciendo en ese momento, la ubicación exacta y ajustar una zona razonable para la próxima vez que uno se acerque por allí.
Eso sería lo más parecido a una «música de nuestra vida» que podemos tener de momento, pero teniendo en cuenta que hace unos pocos años ni siquiera hubiéramos soñado con muchas de estas posibilidades ni con la potencia de los gadgets que llevamos en el bolsillo… ¡Quién sabe lo que veremos de aquí a algunos años!
{Foto: Mmm… Headphones (CC) Takumi Yoshida @ Flickr}