He estado probando un reproductor de música FiiO X1II, que al prescindir de otras funciones es un dispositivo la mar de competente a un precio muy razonable.
Como otros reproductores de la marca el X1II se parece mucho a un iPod de los originales, de los que tenían una rueda para manejarlo que incorporaba botones, aunque en el caso del X1II los botones se disponen alrededor de la rueda propiamente dicha en lugar de en ésta, salvo un botón central que sirve para escoger las opciones.
Los otros cuatro botones del frontal sirven para acceder al menú contextual, para volver atrás en los menús, o para avanzar y retroceder en las listas de menús y canciones, algo que también se puede hacer con la rueda.
El lado izquierdo tiene el botón de encendido y apagado y el de volumen; en la parte superior del frontal va la pantalla TFT de 320×240.
La parte inferior alberga la salida para cascos, que se puede configurar como salida de línea no amplificada, aunque el X1II también soporta Bluetooth, un puerto mini USB para carga –12 horas de autonomía– y conexión al ordenador, y una ranura para tarjetas micro SD de hasta 256 GB. El cable USB viene incluido.
Todo esto en un dispositivo de construcción metálica que mide 97×55,5×12 milímetros y pesa 102 gramos.
Todo esto se maneja gracias a unos menús organizados por categorías que permiten que no haya ni que echar un ojo al manual… lo cual es importante porque no incluye manual en español.
Por y para música
Eso sí, el X1II es para reproducir música y punto; no reproduce vídeos y no sirve para jugar ni para navegar por Internet o acceder a redes sociales ni para leer, con lo que no tiene extras de ningún tipo, lo que, de nuevo, recuerda a las primeras generaciones de iPod.
Y el no incorporar extras implica que el fabricante dispone de más margen para gastarlo en la circuitería que se encarga de reproducir el sonido, con lo que la calidad del audio de este aparatito es muy buena, en especial si lo usas para reproducir archivos en algún formato de alta calidad como APE, FLAC, AIFF o WAV. El X1II reconoce además los formatos con pérdida habituales (MP3, AAC, WMA, OGG, etc).
Tiene además una ventaja extra, que es la de almacenar la música en tarjetas micro SD de hasta 256 GB, con lo que puedes meter música en cantidades industriales aunque sea usando formatos sin pérdida, que ocupan bastante más que los mp3 y familia; también puedes organizar tu música por colecciones en distintas tarjetas y pinchar la que te apetezca en cada momento.
Los únicos peros que le pongo son la sensibilidad de la rueda, aunque eso puede ser torpeza por mi parte, ya que a veces me paso de largo a la hora de seleccionar una opción, y que le cuesta un poquitín cambiar de canción, con un pequeño retraso entre que la escoges y empieza a reproducirla, aunque cualquiera de las dos cosas parece susceptible de ser mejorada mediante actualizaciones de firmware.
¿Para todo el mundo?
Pero en cualquier caso por 120 euros, que incluyen el cable USB, una funda, protectores para pantalla y unas pegatinas para personalizar el exterior, me parece un cacharro interesante si buscas un reproductor de música dedicado y que funcione sin necesidad de conexión a Internet.
Eso sí, dada la tendencia que tienen los móviles a hacerse con todas las funciones del mundo, hay que tener muy claro que estás dispuesto a llevar contigo un dispositivo aparte para disfrutar de la calidad de sonido y de la capacidad de almacenamiento que ofrece.