Los bomberos alemanes llevan desde la tarde del jueves 23 luchando contra un incendio forestal que se declaró en la región de Treuenbrietzen, a unos 50 kilómetros al suroeste de Berlín. El incendio, que llegó a tener una extensión de unos 500 campos de fútbol, obligó en un primer momento a evacuar los pueblos de Frohnsdorf, Klausdorf y Tiefenbrunnen, aunque los habitantes de Frohnsdorf pudieron volver a sus casas ya el sábado 25. También se aconsejó a los residentes de ciertas zonas de Berlín y Potsdam y otras ciudades cercanas que no abrieran las ventanas porque el viento llevaba el humo hacia allí.
Pero si luchar contra un incendio forestal nunca es fácil en este caso está siendo más complicado de lo normal. Y es que a las altas temperaturas y a unos montes muy secos por la casi total ausencia de lluvias de este verano se une el hecho de que hay zonas en las que se sabe a ciencia cierta que aún hay munición de la segunda guerra mundial sin estallar pero que ahora puede hacerlo debido al fuego. Esto impide que los bomberos puedan entrar a pie en esas zonas, lo que sólo permite atacar el fuego con medios aéreos o a distancia con cañones de agua.
Así las cosas, aunque la situación está más controlada que la semana pasada los habitantes de Klausdorf y Tiefenbrunnen aún no han podido volver a sus casas y las autoridades alemanas han terminado por hacer una activación del Sistema de gestión de emergencias de Copérnico para disponer de imágenes por satélite que les permitan seguir la situación casi en tiempo real y así gestionar mejor los recursos disponibles.
***
Lo de que no se pueda entrar en algunas zonas a causa de las bombas que aún quedan allí me ha recordado poderosamente a la zona roja de Francia. Es una zona de unas 120.000 hectáreas que tras la primera guerra mundial quedó tan saturada de munición sin explotar, incluyendo obuses con gases venenosos, y productos químicos que aún 100 años después hay zonas donde el 99 por ciento de las plantas mueren.
La primera noticia acerca del incendio la tuve a través de ManusLinux, uno de los pilotos del 43 Grupo, que sueña con una flota de veinte Beriev Be-200 de la unión Europea para luchar contra incendios forestales.
Relacionado,
- El Sentinel-1A y los desastres naturales y situaciones de emergencia
- Así ha visto el Sentinel-1A las consecuencias del terremoto de Chile de septiembre de 2015
- Presentadas las primeras mediciones de contaminación atmósférica del satélite medioambiental Sentinel‑5P
- Así ven los satélites Sentinel 1 cómo se está rompiendo barrera de hielo Larsen C
- EO Browser, para cotillear las imágenes por satélite de las misiones de la Agencia Espacial Europea
- Así se comprueba que los instrumentos de los satélites artificiales obtienen mediciones correctas