Por Nacho Palou — 16 de Marzo de 2009
El fluoruro de sulfurilo (SO2F2), un gas utilizado como insecticida para el control de plagas, podría ser un poderoso causante del efecto invernadero, hasta 4.800 veces más que el CO2.
La ironía es que el fluoruro de sulfurilo se desarrolló para sustituir a otro gas (bromuro de metileno) que resultó ser un gas destructor para la capa de ozono.
Según se puede leer en Un insecticida para termitas es un potente gas invernadero, actualmente se emiten cada año unas 2.000 toneladas de este gas.