En Ecología Verde publican una referencia a un artículo de un think tank británico, la New Economics Foundation, titulado 21 hours: a new norm for the working week? (en castellano: 21 horas) en el que se propone para superar la crisis y los problemas económicos reducir la jornada laboral a 21 horas a la semana. La parte tal vez más interesante es que aparte del aspecto puramente económico esto se combinaría con la idea de mejorar las condiciones vitales de las personas y el respeto al medio ambiente, que serían en parte las que permitirían realizar esa reducción a todos sin que ello supusiera una disminución en el nivel de vida.
Se trata de cuestionar las actuales nociones sobre el trabajo y el tiempo, cambiar lo que se considera normal, de agitar las conciencias de la ciudadanía para que piensen en un cambio de dirección significativo. Esta propuesta de reducir y redistribuir el tiempo de trabajo remunerado no puede, lógicamente, ser una única medida, sino que tiene que ir acompañada de un cambio de mentalidad en toda la sociedad (...) Plantear una semana laboral de 21 horas es ir en contra de las propuestas de reforma laboral y de jubilación que apoyan más trabajo y más consumo, olvidando por completo temas relacionados.
Lo que cualquiera puede cuestionar es que si trabajando «la mitad» de lo que es habitual, y añadiendo el adecuado ajuste mental y de costumbres de consumo y de la vida cotidiana, mantener las comodidades de vivir en la sociedad moderna del Siglo XXI. Al parecer esa es la conclusión a la que han llegado. El trabajo de la NEF es largo e incluye muchas cifras tanto de economía doméstica como macroeconómicas, y los interesados en este tipo de cuestiones encontrarán interesante dedicarle algo de tiempo.