Por Nacho Palou — 8 de noviembre de 2013

En Vice, La ironía ha muerto,

A todos nos ha ocurrido. Escribes un tuit o publicas una frase en Facebook cargada de ingenio, de humor sutil, que hará que todos tus seguidores y amigos quemen sus ratones de tanto retuitear y clicar ‘Me gusta’. Sin embargo, pasa desapercibida. O lo que es peor, el personal te responde en serio, sin entender la fina ironía del enunciado. “¿Tenía que haberle puesto un emoticono al final?”, piensas mientras dudas si borrar el frustrante comentario. Y mientras parece que la única explicación es que todos tus amigos son subnormales, también hay otra: que los modos de consumir información online han matado la ironía.

Otra explicación es que la gente simplemente no lee, al menos nada más allá del título.

Cuando hice referencia a What I would have written en el post Tuitear vs. escribir creo que nadie excepto una persona, de todos los que lo comentaron por Twitter, captó la ironía de aquel texto.

Hubo reacciones incluso a la defensiva y la ofensiva.

Incluso estando el post en la cateogría «Humor».

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