El 10 de diciembre de 1815 nacía en Londres Augusta Ada Byron, también conocida como Lady Lovelace o Ada Lovelace después de que su marido recibiera el título de conde de Lovelace en 1838.
Ada tenía todos los boletos para convertirse en una refinada dama victoriana, pero desde pequeña su madre se empeñó en que tuviera una buena educación, y en un intento de que Ada no se pareciera a su padre, el poeta Lord Byron, esa educación estuvo centrada en las matemáticas, que a la joven Ada le encantaron.
Conociendo sus inquietudes Mary Somerville, una de sus tutoras, le presentó al matemático e inventor Charles Babbage en 1833
Babbage llevaba aproximadamente desde 1822 trabajando en su máquina diferencial, una calculadora mecánica diseñada para calcular cierto tipo de funciones, pero para cuando él y Ada se conocieron la mayor parte de su tiempo se centraba ya en la máquina analítica, que de haber sido completada se habría convertido en el primer ordenador de la historia, aunque mecánico.
Ada se enamoró de la idea y se puso a trabajar con Babbage en la máquina analítica, escribiendo notas acerca de lo que se podría hacer con ella, yendo incluso más allá que el propio Babbage al prever que una máquina como esta podría manipular símbolos y no solo números, así como hacer dibujos y música.
Ada, Babbage y la máquina analítica vistos por Sydney Padua en The Thrilling Adventures Of Lovelace And Babbage
Entre 1842 y 1843 Ada se encargó de traducir un artículo sobre la máquina analítica del ingeniero italiano Luigi Menabrea, traducción que complementó con una serie de notas escritas por ella y numeradas de la A a la G en la que explicaba algunos de los detalles de la máquina; de hecho sus notas son más largas que el artículo de Menabrea.
La última de estas notas, la nota G, contiene una serie de instrucciones para calcular una secuencia de números de Bernoulli con la máquina analítica.
Así que aunque la máquina analítica nunca llegó a ser construida en los tiempos de Ada ni de Babbage –de hecho nunca ha sido construida, aunque hay planes en marcha para intentarlo– por lo general se considera a Ada Lovelace como la primera programadora de la historia gracias a la nota G.
Ada murió muy joven, con sólo 36 años, pero se ha convertido en un ejemplo de una persona que decidió romper con las convenciones sociales de su época e interesarse por la ciencia y la tecnología, algo que se conmemora cada año con el Día de Ada Lovelace, el jueves de «en medio» de octubre, un día para celebrar las contribuciones de las mujeres en el campo de la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas; también hay un lenguaje de programación, ADA, bautizado en su honor.
Hay una biografía de ella escrita por James Essinger, El algoritmo de Ada, que tengo pendiente de leer.
Relacionado,