Parece que fue ayer, pero hace ahora 25 años, una demo con una pelota rebotando por la pantalla nos dejaba a todos los que apreciábamos la tecnología completamente asombrados y con la mandíbula por los suelos, deseando echar mano de esa maravilla que tenía imagen en alta resolución, color y multitarea: el
de Commodore. He escrito algo respecto a esta mítica máquina en este pequeño homenaje: 25 años del Commodore Amiga, el primer ordenador multimedia.
Mi primer chisme de estos fue un Amiga 500, que a pesar de ser de gama baja / familiar permitía hacer bastantes virguerías, incluso programar un poco dentro de sus limitaciones (llevaba un Motorola 68000 con 512 KB de RAM). Recuerdo que llegué a hacer algunos trabajos serios e incluso de animación para alguna pequeña producción con él. Era 1985 y en aquella época cada ordenador tenía su propia revista (de hecho yo trabajaba en Commodore World y Amiga World por entonces); también recuerdo que con el Amiga y un módem externo comenzábamos a introducirnos en el mundo de las BBS, unos primitivos foros precursores de Internet.
Por entonces los PC y los Mac eran visiblemente «inferiores» a los Amiga, aunque como demostró la historia no todo es cuestión de gráficos coloridos y microprocesadores especializados para triunfar.