El vídeo muestra y explica con detalle cómo funciona una unidad de cinta magnética IBM 729, antecesor de los discos duros que utilizaba cintas magnéticas de varios cientos de metros para almacenar la información.
Una cinta de media milla (unos 730 metros) y siete pistas, como la del vídeo, almacenaba... 3 MB.
La máquina está lejos de ser sencilla. Nada menos que ocho motores para mover las cintas, uno de ellos dedicados a succionar la cinta mediante una cámara de vacío para controlar la tensión de la cinta, impidiendo así que al acelerar y parar rápidamente el movimiento para leer los datos provoque su rotura — algo así como un buffer puramente mecánico.
Los motores además giran constantemente —nada de motores paso a paso— y una serie de engranajes y embragues son los encargados de conseguir variaciones en el giro y en el sentido de giro de las cintas, como la caja de cambios de un coche.
Además del funcionamiento, el vídeo muestra tareas de depuración y de mantenimiento de la unidad, de la cual sorprende desde el ruido que hace hasta el tamaño y el peso de los conectores que van al ordenador.
El vídeo tiene subtítulos en inglés.