Amazon no se anda con minucias: si necesitas capacidad de almacenamiento y transferencia a lo bestia basta con contratar dentro de su sección AWS (Amazon Web Services) el nuevo Amazon Snowball («Bola de nieve»).
Al hacer esto Amazon te envía cómodamente a tu oficina una pedazo caja ultra resistente de 20 kg de peso con 50 terabytes de disco duro para almacenar datos, que conectas a tus equipos y rellenas. Le puedes hasta pegar patadas, porque soporta aceleraciones 6G (!!) Al acabar, llamas a Amazon, que te lo recoge por mensajero y en unas horas lo conecta a su nube S3.
Si esto te recuerda a las proverbiales palomas más rápidas que Internet o a los «camiones cargados de DVD más rápidos que la fibra óptica» es porque es así.
A partir de ese momento los clientes disponen de una capacidad de transferencia de un petabyte semanal para mover sus contenidos del Snowball (eso son 1024 TB semanales o 4 PB al mes – un millón de veces los datos mensuales que puedes transferir con tu tarifa típica de datos 4G, vamos).
Snowball evidentemente no está pensado para espíritus endebles sino para empresas que necesitan transferir teras y teras hasta el aburrimiento, así que los precios comienzan a partir de 200 dólares mensuales en adelante. Pedazo bisho, puro Pr0n para los BOFHers, que ya estarán salivando con el anuncio.
