Al principio no había nada más que el teclado... Bueno, y también tarjetas perforadas y tubos de vacío.
- Dave Wiskus
Convivimos cada día con cientos de ellas y en muchos casos no nos damos apenas cuenta de que están ahí - aunque a veces si están mal diseñadas la experiencia se convierte en un sufrimiento. Son las interfaces de usuario, el término técnico para describir la forma en que las personas interactuamos con las máquinas, ya sean objetos o lo que hay «dentro» de un ordenador a través de una pantalla.
Dave de Better Elevation ha hecho un sosegado resumen en este vídeo: The Future of User Interface, que merece la pena repasar para recordar algunos de los hitos más significativos al respecto. [Los subtítulos automáticos del vídeo son regulares tirando a buenos; el montaje muy bueno.]
Se puede ver cómo eran aquellas primeras pantallas de modo texto de los PC con 80×25 caracteres y punteros cuadrados que con el ratón (¡o el teclado!) movían deslizadores y marcaban cajas, o cómo era el aspecto del Xerox Star y las primeras «metáforas de escritorio».
Estas ideas fueron las que Steve Jobs «tomó prestadas» para crear el Lisa (y después el Macintosh) dando luego a la época prodigiosa de las ventanas, en la que también vería la luz Windows de Microsoft. Pero luego llegaron los 90, con una sobreexplotación de un fenómeno mal entendido que «ponía nerviosa a la gente»: tecnología muy potente pero que sólo podía usarse de maneras toscas. Lo han calificado como «el anti-renacimiento de las interfaces de usuario», hasta la llegada de los sistemas modernos y las interfaces táctiles.
En el terreno del hardware de otro tipo de dispositivos más allá del ordenador el vídeo muestra cómo evolucionaron cacharros que popularizaron la tecnología personal, como el Walkman o el Discman, con sus botones físicos, hasta los pequeños teléfonos móviles, el legendario sistema de escritura T9 o la Palm Pilot, hasta llegar a las pantallas táctiles actuales.
El autor del vídeo dice del momento actual, con múltiples escuelas como las del skeumorfismo y el minimalismo, que estamos «ante un renacimiento del diseño, en el que lo importante no es cómo es la interfaz de usuario sino que la combinación software + hardware sea funcional cree una especie de simbiosis óptima fácil de usar». Amén.