Por @Alvy — 28 de febrero de 2016

The Milionaire / (CC) Ezrdr @ Wikimedia
Una Calculadora Millionaire construida por Egli (circa 1910) / (CC) Ezrdr @ Wikimedia

Cliff grabó para Numberphile este vídeo en el que enseña una calculadora mecánica que compró por unos ridículos 70 dólares hace varias décadas: es de fabricación suiza y se llama Calculadora Millionaire. La inventó Otto Steiger y comenzó a fabricarse en 1893 (¡hace más de 120 años! Se calcula que llegaron a fabricarse unas 5000 unidades en las siguientes cuatro décadas.

Sólo por el entusiasmo que el buen hombre le pone al relato merece la pena verlo:

Con forma de pesado baúl (ni más ni menos que 30 kilos) era capaz de realizar varias operaciones básicas: sumar, restar, multiplicar y «suprimir». Según la definición de Wozniak, se podía confiar en ella.

Nunca confíes en un ordenador a menos que puedas tirarlo por la ventana

– Steve Wozniak, ingeniero y cofundador de Apple

Manejarla la Millionaire no era muy complicado y es sin duda parte de su encanto: en un dial se elegía la operación, en el panel principal se marcaba el número (de hasta ocho dígitos) y se daba vueltas a una palanca. Luego se escribía el segundo número y se volvía a usar la palanca. Entonces un panel totalizador mostraba el resultado.

Las máquinas sumadoras (y alguna multiplicadora) existían desde muchos años antes, pero la Millionaire resultaba especialmente potente. Para realizar una multiplicación pequeña bastaba dar varias vueltas a la palanca (por ejemplo para multiplicar por 4, dar 4 vueltas, por 9 otras tantas, etcétera.) Pero la Millionaire era capaz de multiplicar por números de varias cifras: empleando otra palanca se podía escribir el multiplicador (por ejemplo, 729) y un ingenioso mecanismo interno a forma de «tabla de multiplicar» abreviaba la complicada operación.

Dice Cliff, que la ha examinado concienzudamente, que esa ingeniosa idea es en realidad el primer uso de algo parecido a una ROM («memoria de sólo lectura») porque guardaba en unas piezas mecánicas todas las tablas del 0 al 99. Era el ingenio de esa idea y esa pieza clave la que hacía que las operaciones se pudieran realizar a toda velocidad.

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