No hay mal que por bien no venga. Así que Dimitry Tolmachyov, «constructor y emprendedor», decidió que como el consumo energético al tener funcionando máquinas minando bitcoins es tan enorme, qué mejor que usarlo para calentar su vivienda, situada en la gélida región de Siberia (Rusia).
Como allí tienen 9 meses de invierno en los que hay que usar la calefacción sí o sí, parece inteligente aprovechar el calor que desprenden todos los equipos informáticos. Así que hizo una adaptación al sistema de la vivienda y de ese modo los cálculos criptográficos que requieren los bitcoins acaban usándose para el bien, en este caso el calorcito.
El sistema, que considera de momento «un prototipo» simplemente calienta el agua que pasa cerca de las dos CPU de minado que utiliza (pocas me parecen, pero bueno). Dice que descontando el coste de los equipos y de la electricidad usada el caso es que acaba generando unos 430 dólares al mes – además de calentar la vivienda.
Todo esto parece un poco raro porque ese sistema –al menos lo que se ve en el vídeo– parece pequeño y debe ser bastante ineficiente (al menos comparado con enchufar un radiador corriente, que está diseñado para eso). Puede que sea un fake que le hayan colado de nuevo los rusos a los de Quartz – ya se verá. (Otras historias raras del mismo estilo: el robot que se escapó, su amigo que también andaba por la calzada, el que «salvó» a una niña… En fin.)
Lo cierto –y mucha gente podrá corroborar la experiencia– es que el calorcito de las CPU, monitores, televisores y discos duros de cualquier cueva informática ayuda en parte a sobrellevar el frío del invierno gracias al calor desprendido – del mismo modo que fastidia bastante en verano. Pero de ahí a calentar una vivienda hay un trecho, pero démosle el beneficio de la duda al simpático hacker de la ciencia de la calefacción.
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