Este artículo se publicó originalmente en Sin vuelta de hoja, un blog de MásMóvil donde colaboramos semanalmente con el objetivo de contar cosas sensatas y relajantes relacionadas con la tecnología y la ciencia.
Cuando rellenar formularios a través del navegador web se convierte en una tarea cotidiana y repetitiva, qué mejor que optimizar la forma en que se navega por ellos para hacerlo lo más llevadero posible. El secreto es utilizar únicamente el teclado, para no tener que mover la mano constantemente del ratón a las teclas.
¿Es eso verdaderamente posible? Aunque mucha gente piensa que no, resulta que sí: los atajos incluidos en los navegadores web lo hacen perfectamente posible – y también se puede hacer a nivel de las ventanas de diálogo del sistema operativo y las aplicaciones. Basta recordar que hay mucha gente con algún tipo de discapacidad que utiliza perfectamente el ordenador y sus programas aunque no puedan mover y apuntar con el ratón.
Aunque parezca increíble, a muchos usuarios nunca se les han enseñado los atajos básicos de los programas. Debido a esto, pierden una cantidad de tiempo increíble en algo tan repetitivo como rellenar un formulario. Para ahorrar tiempo se pueden usar varias técnicas, trucos y atajos, pero bastan estas cinco teclas y combinaciones básicas para rellenar formularios como por arte de magia, casi como los auténticos maestros Jedi:
- Tabulador. La tecla del Tabulador (a la izquierda, encima de la tecla Bloqueo Mayúsculas) sirve para pasar de un campo del formulario al siguiente. La función opuesta es Mayúsculas-Tabulador, que lleva al campo anterior. Esta es la forma principal de moverse por el formulario y decidir dónde está el foco o selección en cada momento.
- Teclas del cursor. Con las teclas del cursor se puede elegir cualquier opción de un menú desplegable, simplemente con Arriba y Abajo (o con Izquierda y Derecha). Para cerrarlo, basta saltar con el Tabulador o con la tecla Retorno.
- Espacio. En las casillas de verificación (los cuadraditos en los que poner una cruz, en inglés checkboxes) y botones de radio (los redondos, que solo permiten elegir una opción) también se pueden usar las teclas del Cursor y luego Espacio para marcar y desmarcar las opciones. Hace falta un poco de práctica pero es perfectamente posible elegir opciones sin tener que apuntar y hacer clic con el ratón.
- Letras para los menús con innumerables opciones. En los menús con larguísimas listas, como por ejemplo una selección de países, una vez que se ha seleccionado el campo en cuestión (con Tabulador) se pueden empezar a teclear las primeras letras de los nombres para llegar rápidamente al texto en cuestión – o al más parecido, si es que no existe. En las listas de números (por ejemplo, días del mes o años) también funciona. Pulsando pulsando la misma letra o número varias veces se puede ir «pasando cíclicamente» por las opciones similares (por ejemplo, para ir al día 30: 3, 3 = 30… 31).
- Intro. Para enviar el formulario suele ser suficiente pulsar la tecla Retorno, aunque según la página a veces la que funciona es la tecla Intro del teclado numérico.
Con estas cinco ideas se puede domeñar prácticamente cualquier formulario sin tener que tocar el ratón: basta hacer la prueba. En general basta fijarse en «dónde» está el foco o la selección en ese momento, e ir rellenando y avanzando con el tabulador y los cursores. Y un truco extra: en algunos navegadores web fáciles de usar la tecla Cursor abajo pulsada nada más llegar a un campo muestra lo que se rellenó en ocasiones anteriores, y puede resultar también muy útil para ahorrar tiempo.
Puede suceder que estas técnicas no funcionen en todos los formularios, porque en ocasiones algunos están mal diseñados, o incluso que el foco de selección «salte» de un lado a otro de forma caótica, si acaso el orden no está correctamente organizado. Pero en la mayor parte de los casos servirán sin problemas.
Una última recomendación para todos los optimizadores: si ves a alguien perdiendo un tiempo valiosísimo porque está rellenando un formulario usando el ratón, explícale estos sencillos «trucos»: le habrás ahorrado un valioso tiempo que probablemente acumule unos pocos minutos al día, unas cuantas horas al mes y una pequeña pero relevante parte de su vida que podría haber dedicando… a cosas más interesantes.