Sven Jaschan, el joven alemán que en mayo del año pasado se confesó autor del gusano Sasser que puso fuera de servicio a miles de ordenadores en todo el muno, acaba de ser condenado a 21 meses de cárcel y 30 horas de servicios a la comunidad, aunque la sentencia ha quedado en suspenso y no irá a la cárcel: German youth convicted for Sasser.
Podían haberle caído hasta cinco años de cárcel, que es la pena máxima prevista por la ley alemana para casos de sabotaje de ordenadores, el delito por el que estaba siendo juzgado, pero el hecho de que lo detuvieran apenas unos días antes de que cumpliera 18 años cuando escribió el gusano tenía 17 años le sirvió para ser juzgado en un tribunal de menores y así obtener una sentencia menor.
No deja de ser curioso ver cómo este caso ha sido sentenciado en poco más de un año, mientras que aquí en España la sentencia del caso del «Jamón y el vino» ha tardado algo más de ocho años...
Y como los fabricantes de software, amparados en aquello de que «no garantizamos que este programa haga lo que dice que hace ni que funcione correctamente y no nos puedes denuciar aunque falle» que pone en las licencias de usuario, se salen siempre de rositas pase lo que pase.