Hoy es el día de backup. Y ya sabes lo que se dice:
Hay dos tipos de personas que usan ordenadores¹: aquellas que ya han perdido datos y aquellas que van a perderlos.
Yo ya he estado ahí. Así que desde hace muchos años mi estrategia en cuanto a copias de seguridad es la regla del 3-2-1: mantengo al menos tres copias de mis datos en al menos dos soportes distintos y al menos una en un lugar remoto.
También es fundamental asegurarse de que las copias estén actualizadas, claro. Y de que, en caso de necesidad, podrías recuperar datos de esas copias. En ese sentido yo copio todo en el formato nativo de macOS, que es la plataforma que uso –y eso incluye las copias locales de mi móvil– para no depender de que funcione o no una utilidad de hacer copias de seguridad en el momento en el que necesite recuperar algo.
En casa lo tenemos organizado así:
- Copia 1: un RAID Drobo. Tiene más de 10 años y no tiene acceso por red, con lo que cada uno vuelca en él por USB o Firewire lo que quiere conservar.
- Copia 2: cada noche el RAID se sincroniza con un disco duro externo WD Black mediante un proceso automático de Carbon Copy Cloner. Aquí lo importante es que las dos copias están en distintos soportes por si alguno de ellos viniera con un bug en el firmware o lo que sea.
- Copia 3 (y remota): varios discos duros portátiles de 1 o 2 TB de distintas marcas y modelo que he ido comprando según he ido necesitando y que guardo en mi despacho. Uso un disco «mensajero» para ir llevando los datos más recientes de casa al despacho o para actualizar lo que haga falta. Sí, lo ideal sería mantener esas copias sincronizadas a través de Internet pero en mi caso no es posible por políticas de seguridad de la red corporativa.
Además, cada uno de nosotros tenemos un disco externo para mantener una copia en TimeMachine for if the flies. Así que tenemos cinco copias de casi todo según lo actualizada que esté la copia de TimeMachine: la que está en vivo en el ordenador, las tres copias de seguridad, y la de TimeMachine.
Y sí, ya sé que hay servicios que ofrecen copias de seguridad en la nube. Pero mucho ojo con eso, porque dependes de las condiciones de uso. Y de que un día borren tus datos porque patatas. Y si esa copia en la nube es en realidad la única copia de tus datos –a veces manejamos un extraño concepto de copia de seguridad– pues buena suerte al intentar que te los restauren. Así que vale, úsalos. Pero no dejes de tener copias a mano que sólo dependan de ti.
¡Venga, corre a actualizar esa(s) copia(s) de seguridad!
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¹ O móviles o tablets o similares.