En este tutorial del Wall Street Journal Jon Cinkay, un experto en ergonomía, explica cómo se coloca correctamente una silla de trabajo, la mesa, la pantalla (o pantallas), el teclado y el ratón.
Aunque se indican algunas medidas (en pulgadas, multiplicar por 2,54 para cm) lo importante son los truquis a la hora de colocarlo todo: que los brazos queden en ángulo recto, que la línea de los ojos esté en la parte alta del monitor (usando un soporte si es necesario), que el ratón no esté demasiado alejado, usar un soporte especial si se trabaja con un portátil, unos auriculares para el teléfono si se habla constantemente…
A mi siempre me ha preocupado mucho todo esto, dado que soy consiciente de que paso una infinidad de horas delante de la pantalla. Por eso mi principal inversión cuando monto un nuevo puesto de trabajo es un buena silla que pueda regularse y resulte cómoda. Con la mesa soy un poco más flexible porque casi todas son parecidas, siempre que permitan «mantener las distancias correctas».
Otra de mis reglas es trabajar lo menos posible con un portátil «tal cual». Mi principal ordenador es un MacBook, pero siempre uso un monitor y un teclado externos además de un ratón (y no el trackpad). Siempre me ha parecido que los portátiles son antiergonómicos por naturaleza y que para un viaje, situación especial, unas horas o unos días se pueden aguantar… pero no para el trabajo diario. De las tabletas mejor ni hablar.
Como anécdota decir que he conocido gente cuyo puesto de trabajo era –literalmente– el sofá del salón de su casa y un portátil sobre las rodillas… No quiero imaginar cómo andarán de espalda y dolores en las articulaciones.
Siguiendo las recomendaciones de Cinkay además hay que algunos ejercicios en la propia silla cada 15 minutos y leventarse y caminar al menos una vez cada hora: ir a por agua, a por el café o simplemente a mirar a lo lejos por la ventana, algo que también lo recomiendan para cuidar la vista.
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