Este año se cumplen 50 años de la salida al mercado del Factor–P, el primer ordenador diseñado y construido en España de la historia.
Claro que como suele suceder con estos cacharros antediluvianos todo depende de lo que estés dispuesto a considerar como ordenador; en el caso del Factor–P, al principio conocido como Winner-Contafac, quizás sería más adecuado decir que era una calculadora programable.
Detalle del folleto de ventas del Factor–P – vía David Porcel
La entrada de datos se hacía mediante una máquina de escribir IBM que permitía distintos tipos de dispositivos para la entrada de documentos; así el Factor–P era capaz de calcular el importe de una línea de una factura a partir del precio y de las unidades y luego de calcular el total con descuentos si era el caso. Según el programa en uso podía también llevar una contabilidad, calcular nóminas, etc.
La electrónica iba en lo que parece una cajonera a la izquierda; los programas se «cargaban» en el ordenador cableando de la forma adecuada la electrónica, operación para la que era necesario enviar al fabricante la placa a cablear.
Trabajadoras de Telesincro «programando» los Factor-P
Fabricado por la empresa Telesincro, el Factor–P fue un gran éxito de ventas que permitió a la empresa fabricar modelos más avanzados como los Factor–Q, R, S, este ya un ordenador de programa almacenado con una memoria de tambor –precursora de los discos duros– de 32 kilobytes, y finalmente el Factor–T.
Telesincro fue adquirida en 1976 por Secoinsa, la Sociedad Española de Comunicaciones e Informática creada por el Instituto Nacional de Industria, Telefónica y la compañía japonesa Fujitsu, donde poco a poco fue quedando diluida hasta desaparecer.
(Hoja de Router vía David Martínez).
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