Lo habían anunciado en junio, pero desde hoy, 1 de septiembre de 2015, es efectivo: Google Chrome va a empezar a poner en pausa de forma automática contenido en Flash que no sea central para el contenido de la página que estás visitando o que tienes abierta en alguna de las pestañas del navegador.
Google habla de mejorar la duración de la batería, pero es que además Flash tiende a comerse el procesador, por no hablar de que es un punto de ataque más para el malware; sus agujeros de seguridad son notorios.
Personalmente, hace tiempo que desinstalé Flash de mi ordenador, aunque uso Chrome, que incorpora su propia implementación de Flash, cuando no me queda más remedio para visitar alguna página de esas que sólo funcionan con él.
Claro que tiene que ser una página que necesite mucho, mucho, mucho.
Así que adiós, Flash.
Por cierto, ¿cómo es posible que los «buenos» de Flash, la serie, sean taaaaaan pardillos?