En la Chrome Web Store, la extensión para Chrome Google Tone aprovecha los altavoces y el micrófono del ordenador para transmitir información entre ordenadores próximos, es decir, que funciona siempre y cuando unos y otros ordenadores puedan oirse entre sí.
Los datos a transmitir se convierten en sonidos, de modo que el ordenador emisor difunde la información desde Chrome como audio a través de los altavoces —por ejemplo, una URL de Internet— y el resto de ordenadores que estén lo suficientemente cerca la reciben a través del micrófono, la descodifican y la muestran en su navegador web Chrome.
Chrome se ha vuelto un poco castaña, pero hay que admitir que tiene sus momentos.