La granja de renderizado que Pixar usó para la creación de Toy Story en 1995 tenía aproximadamente 1000 millones de transistores sumando los de todas las CPUs de los ordenadores Sun que la componían. La CPU A8 de un iPhone 6 tiene unos 2000 millones de transistores. En total los ordenadores que usaba Pixar daban un pico de unos 8,1 gigaflops; el iPhone 6 anda por los 75.
No está claro lo que podría llevarle a un iPhone 6 renderizar Toy Story –aunque en las respuestas al tuit se propone la curiosa unidad de Toy Storys por segundo para medir la potencia de un cacharro– pero cuando Pixar volvió a renderizar la película en 2011 con ordenadores modernos las cuatro horas por fotograma de 1995 se convirtieron en unos 2–4 minutos.
La Ley de Moore en acción una vez más, aunque todos sabemos que nunca tendremos bastante. [Fuente: Benedict Evans.]