Por @Alvy — 10 de noviembre de 2018

Puntero, cursor, flecha… De todas estas formas –y seguramente algunas más– se llama al indicador del ratón en la pantalla. Algo que nos ha acompañado desde 1968 cuando Engelbart lo dio a conocer al mundo en la madre de todas las demos. El puntero ha perdurado hasta nuestros días y sigue siendo perfectamente reconocible, aunque ha ido evolucionando con el tiempo.

Según cuenta Posy en su canal la primera aparición «comercial» fue en las máquinas con interfaz gráfica de Xerox, como «flecha inclinada a la izquierda». Pero no existe documentación escrita sobre la razón por la que es como es: por qué tiene esa forma, ni esa orientación, ángulo… nada. Pero lo cierto es que llegó para quedarse. Apple lo copió para el Lisa y el Macintosh, de ahí pasó a Windows (y por extensión a otros sistemas).

Entre las mejoras casi imperceptibles con el paso de los años se incluyen el tamaño del puntero, la cabeza de la flecha, el marco, si se usaba blanco-sobre-negro o negro-sobre-blanco, dos o tres píxeles más grande o más pequeño, con sombra o sin sombra… Curiosamente todos estos cambios se refieren a Windows: el puntero de los equipos Apple permaneció inalterable 22 años ni más ni menos, hasta que se corrigieron un par de píxeles en la punta y la cola en MacOS Tiger (2005) y se añadió el antialias y la sombra.

Luego llegarían las «pantallas retina», las resoluciones superiores (4K etc) y la necesidad de que los elementos de la interfaz se pudieran escalar, lo cual supuso nuevos cambios. En el caso de los de Windows al autor del vídeo no le gustaron mucho, de modo que dedica la última parte a explicar por qué creó sus propios cursores –no sólo el puntero, también la mano, el reloj de arena, las flechas para mover, etcétera– que la verdad no están nada mal. Eso es auténtica pasión por los detalles.

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