Por @Wicho — 28 de julio de 2015

Aunque no es un hecho muy conocido el primer ordenador comercial de la historia fue fabricado en el Reino Unido.

Y lo que hace la historia aún más sorprendente es que fue construido a instancias de J. Lyons & Co., una empresa que tenía cientos de teterías, un poco como si fuera la versión británica del MacDonalds.

Se trataba del LEO I, de Lyons Electronic Office I, que entró en servicio el 19 de noviembre de 1951.

LEO se encargaba de calcular la nómina de los empleados, algo para lo que otras empresas como Ford contrataba sus servicios, pero sobre todo se encargaba de la logística de las tiendas a la hora de calcular cada día los pedidos de unos 40 000 ítems distintos de todas las tiendas, no sólo en cuanto a qué hacía falta de qué en cada una, sino a la hora de preparar en los almacenes las cosas por orden de carga y reparto.

En este pequeño documental de la época se ve un poco el proceso de fabricación de cada LEO, en el que cada ¡componente y soldadura se probaban a mano –incluía equipos para la estabilización del suministro eléctrico– y también explica, con otros ejemplos, para qué sirve un ordenador…

Algo que en aquella época no todo el mundo tenía claro. Y puede que ahora tampoco.

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