Por Nacho Palou — 21 de Abril de 2006
Un montón de fotos de las instalaciones en el campus de Microsoft donde se desarrolla el software para Mac. Por ahí acumulan muchas Mac de todos los tipos y colores, incluyendo una colección de 150 Mac minis perfectamente alineados.
Suman un montón de máquinas sobre las que realizar miles de pruebas de funcionamiento automatizado de las distintas versiones de software que se compilan cada día.Ejecutamos miles y miles de pruebas de cada nueva versión. Típicamente hacemos cuatro compilaciones de Office al día, dos en inglés u dos en japonés. Corremos basterías completas de pruebas contra ellas e informamos de cualquier fallo por email a los testers, quienes los investigan y documentan para los desarrolladores y siguen con lo suyo. Esto es muy efectivo si se usa adecuadamente, ya que permiten que quienes prueban el software puedan dedicarse a tareas que las personas hacen mejor, mientras las máquinas se quedan con la parte aburrida, pero necesaria, de las pruebas repetitivas y rutinarias.(Vía Think Wasabi, Resistance is Futile.)