Tan gigantesca como preciosa, Codebases es una infografía de Information is Beautiful que compara el tamaño en «líneas de código» de diverso software. Y sí, aunque ya sepamos que esa no es la mejor forma de medir el progreso de una proyecto es un indicador –aunque sea aproximado– de su complejidad.
La infografía divide en diversas magnitudes –desde unos pocos miles a cien millones– el total de líneas de código de programas y «otras entidades» que, por decirlo de alguna forma, ejecutan un software.
En el caso de un programa convencional como Windows 3.11 el asunto es fácil porque está documentado. Las líneas de código de los seres vivos se calculan en pares de bases de su genoma; las de aparatos y chismes varios (de un Boeing 747 a un rover marciano) sumando los diversos sistemas con los que funciona.
Según esto, lo más simple sería un juego de iPhone –hey, olvidaron los juegos JS1k– y lo más complejo (supuestamente) sería el sitio HealthCare.gov, algo así como la Seguridad Social norteamericana. Pero eliminando esa rareza probablemente el software de un coche moderno sea el que se lleva el récord al chisme con más código en sus sistemas. Un ratón de campo tiene más «líneas de código» que todos ellos y el software de la lanzadera espacial es, por ejemplo, más simple que Photoshop CS6.
(Vía minid.)