He estado usando un monitor AOC G2460VQ6 como pantalla principal de mi portátil durante las últimas semanas, reemplazando al que venía usando hasta ahora que era un modelo más grande pero antiguo (de otra marca). Se trata de un monitor LED Full HD de 24" con la virtud de la simplicidad de las funciones básicas, situándose en la gama media de la marca y pensado para gamers, en donde se aprecia el esfuerzo por ofrecer a un precio razonable todo lo que se pueda necesitar.
El tamaño de la pantalla es unos 56 x 41 cm en proporción panorámica 16:9. Incluye un soporte que no le permite pivotar pero sí abatirse para adaptarse un poco a la altura del usuario. En el marco tiene botones de configuración físicos, algo que aunque pueda parecer en cierto modo «anticuado» es infinitamente más práctico que los botones planos táctiles en los que nunca sabes ni dónde están exactamente ni si se han pulsado correctamente.
Los botones son el de encendido, menú, navegación por los menús y selección de entrada; mediante un menú transparente en pantalla permite configurar la imagen con una amplia variedad de parámetros, desde los modos de bajo consumo a las configuraciones personalizadas para gamers, las tonalidades de color, luminancia… Una opción curiosa es la llamada «recordatorio de descanso» que muestra un mensaje tras pasar un tiempo para descansar la vista adecuadamente.
En cuanto a conexiones el G2460 cuenta con tres entradas: HDMI, VGA (D-Sub) y DisplayPort (se pueden conectar varios dispositivos a la vez) y viene con cables VGA, DisplayPort y Audio. También tiene una entrada de audio y una salida de auriculares. Yo lo estuve probando con un Macbook Air y un adaptador Thunderbolt 2 a HDMI (~10€), con resultados perfectos a la primera.
Los 1920 × 1080 se corresponden exactamente con la calidad Full HD, de modo que la mayor parte de las películas, vídeos y juegos se ven perfectamente. A esto ayuda el buen tiempo de respuesta (1 ms) y la frecuencia de 75 Hz además de diversas funciones, como el anti-parpadeo, el anti-imágenes-fantasma y el anti-desenfoque. El brillo de esta pantalla 250 cd/m² con contraste 10000:1. En cuanto al ángulo de visión es de unos 180 grados: más que suficiente para incluso utilizarlo como monitor secundario o por varias personas a la vez.
Los altavoces incorporados son más bien escasos; también es cierto que en realidad casi todo el que vaya a usarlo para ver películas o jugar empleará un amplificador y altavoces externos – así que no creo que eso suponga un gran problema. En cuanto a consumo, se conforma con 23W encendido y 0,5W en el modo espera (marca una «Clase B»).
Y eso es todo: ni más ni menos de lo que se necesita; basta conectarlo y ponerse a jugar o trabajar. Y no: no lleva, USB, ni Ethernet ni Bluetooth ni nada superfluo que no sea indispensable. Quizá por eso puede ofrecerse por unos 180 euros, un precio razonable que está en el promedio de lo que la gente considera adecuado para un buen producto. Téngase en cuenta que los monitores del mismo tamaño se mueven entre los 140 y los 200 euros así que este AOC parece bien situado en la gama media a la que se dirige.