El navegador Neon de Opera es una interpretación “fresca y divertida” del navegador web Opera. Puede descargarse gratis para Mac y Windows.
Neon usa la imagen de fondo del escritorio del sistema operativo del ordenador y la incorpora en la ventana del navegador, logrando el efecto de que el navegador “flota” sobre el escritorio. Neon, igual que Coast (el navegador web experimental de Opera para tabletas) prescinde de la barra de direcciones convencional en la parte superior de la ventana. En cambio la barra de direcciones y de búsqueda (Google, por defecto) aparece en la mitad superior del centro, acompañada de las “burbujas” que dan acceso directo a los sitios favoritos, similar al speed dial de Opera que posteriormente fue adoptado por los demás navegadores.
En Neon no hay pestañas como tales; en cambio las ventanas abiertas se convierte en “burbujas“ que se muestran a la derecha, en una columna. Cada burbuja está identificada con el icono del sitio y un pequeña captura de pantalla, lo que facilita enormemente identificarlas visualmente — al contrario de lo que sucede con las pestañas convencionales que son un incordio y difíciles de localizar en cuanto suman más de tres o cuatro.
Neon también resuelve de forma ingeniosa el control de la reproducción de elementos multimedia (vídeos y audio) en diversas páginas abiertas: a la izquierda hay un acceso directo a todos los elementos multimedia que permite llegar a ellos y detener o iniciar la reproducción sin tener que localizar la ventana de la que proceden, poniendo así punto y final al problema del audio que no se sabe de dónde viene cuando se tienen varias páginas web abiertas a la vez. Otros dos iconos, también a la izquierda, sirven para realizar y gestionar capturas de contenido (a modo de capturador de pantalla), y las descargas de archivo.
La ventana del navegador puede dividirse en dos para mostrar dos sitios web simultáneamente, de forma parecida a la función dividir pantalla de iOS para iPad y de algunos teléfonos y tabletas Android.
Internamente Neon hace uso del motor Blink, por lo que el funcionamiento al interpretar el código HTML y CSS es igual que en el navegador Opera ya conocido. Los ajustes y opciones de configuración Neon son un poco básicos y limitados que en otros navegadores, y por ahora tampoco hay plugins de ningún tipo para Neon. Además en Neon no es posible organizar los marcadores por carpetas, un recurso muy socorrido para quienes hace un uso intensivo del navegador web.
Aun así es muy de agradecer que Opera tenga el ingenio —y también el valor— de hacer una propuesta novedosa e interesante, más del Siglo XXI, de cómo debería ser un navegador web. Después de todo el navegador web es una de las aplicaciones que más se utiliza a lo largo del día, si no la que más. Y sin embargo, en general, los navegadores web siguen siendo esencialmente iguales hoy que hace 20 años, con graves problemas funcionales y de usabilidad y, sobre todo, aburridos. Y ahora lo son todavía más, en comparación con este atractivo navegador web de Opera.
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