El ordenador de Intel Compute Card mide 55 mm de ancho, 95 mm de largo y tiene 5 mm de grosor; es más o menos del mismo tamaño que una tarjeta de crédito (más o menos, y más gruesa) y la idea es que sirva como ordenador reemplazable para el internet de las cosas y dispositivos inteligentes como televisores o neveras; de aparatos que pueden funcionar durante años incluso después de que su ordenador se haya quedado obsoleto y sea incapaz de realizar ciertas funciones, adoptar nuevos modos de conexión o ejecutar versiones de software y de aplicaciones recientes, por ejemplo.
Para que la Compute Card tenga alguna utilidad los fabricantes de dispositivos deberán adoptar la propuesta de Intel, incorporando una ranura que sea compatible con ese ordenador; de este modo el usuario podrá actualizar, aumentar la potencia o poner al día aquellos dispositivos conectados que utiliza reemplazando únicamente la tarjeta ordenador por otra que sea más capaz o más moderna, sin necesidad de desechar el aparto completo. (Así que está por ver a cuantos fabricantes de dispositivos les interesa adoptar la Compute Card; muchas smart TV incorporaban ranuras parecidas con propósitos parecidos y no los usó ni Perry.)
De momento Intel cuenta con el apoyo de HP, Sharp, Dell y Lenovo y prevé que el Compute Card estará disponible a mediados de este año.