Por Nacho Palou — 8 de Noviembre de 2002

Hace tiempo que perdí la cuenta del número de combinaciones 'usuario y contraseña' que utilizo habitualmente, las cuales guardo principalmente en la memoria (en la neuronal) o apuntados por ahí con cifrados mentales rápidos para no tener que memorizarlas pero que me permiten recodarlas fácilmente al ver la nota escrita. De modo que se me ha ocurrido probar la versión 6.02i ['i' de 'internacional' por motivos legales] del programa freeware (gratuito) PGP, que permite cifrar cualquier texto de modo que (en teoría) sólo aquel que conozca la contraseña podría descifrarlo y obtener el texto en claro.

El archivo enlazado incluye la utilidad PGPdisk, que permite crear un disco cifrado (en realidad un archivo que simula una interfaz de volumen de almacenamiento) en el que puedes guardar lo que quieras sin (apenas) temor a que nadie pueda acceder a su contenido. El funcionamiento es muy sencillo: hay que descargarse el software, instalarlo y generar un par de claves, una pública y otra privada (con 1024 o 2048 bits es más que suficiente, e incluso 768 bits ya es una seguridad más que aceptable), y una contraseña o frase secreta que se utiliza para cifrar y descifrar.

Para terminar de crear el disco cifrado se elige el tamaño y la letra que se asignará a la unidad (en caso de utilizar Windows) y listos. Sólo queda formatearlo (si llegados a este punto con NT/XP no se puede formatear prueba seleccionando formato FAT en lugar de NTFS) y montarlo con la aplicación PGPdisk para hacerlo accesible, lo cual sólo sucederá si se escribe correctamente la contraseña o frase secreta. Mientras el disco está montado su contenido queda accesible para cualquiera con acceso físico al ordenador, de modo que conviene activar la opción para que el disco se cierre automáticamente si no se utiliza en un plazo determinado de tiempo—de quince minutos por ejemplo. Para montarlo de nuevo sólo hay que volver a elegir la opción 'Montar' y teclear la contraseña.

Y después de todo, y aunque PGP/PGPdisk funciona muy bien, al final seguiré utilizando la memoria neuronal, que por regla general funciona mejor y es más fiable—y de este modo la ejercito un poco que nunca está de más ;-)

Enlaces relacionados:
  – PGPi
  – PGPdisk

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