Cuando a Tomás Pollak le robaron su portátil estuvo durante algún tiempo pendiente de intentar cazarlo conectado a Internet aprovechando que algunos de los sitios a los que se conectaba el navegador instalado por defecto eran de su propiedad, por lo que tenía acceso a sus registros de actividad y cruzando los datos pensó que podría dar con la dirección IP desde la que se conectaba su ordenador.
No tuvo suerte en este empeño, pero a raíz de esa experiencia se le ocurrió escribir una pequeña utilidad que llegado el momento es capaz de recolectar cierta información acerca del ordenador y enviarla a una dirección de correo predeterminada.
En concreto, esta es la información recopilada:
- La dirección IP pública y privada de donde esté conectado el ordenador.
- El IP del gateway de la red (router, puerta de enlace) que está usando para salir a Internet.
- La dirección MAC de la tarjeta o controlador de red por el cual esté conectado a la Red.
- Si está conectado a una red WiFi, el nombre e ESSID de esta.
- Un listado de conexiones activas en el momento en que se ejecuta el programa.
- Cuánto tiempo lleva encendido el aparato.
- Número de usuarios activos.
- Un listado con los programas en ejecución.
- Un listado con los archivos modificados en un periodo configurable por el usuario.
- En caso que el ordenador tenga cámara, una foto de lo que en ese momento esté viendo la cámara.
- Un pantallazo del escritorio, para poder ver qué está haciendo la persona que lo está usando.
Hay que instalarlo desde la línea de comandos, pero viene con un instalador que lo hace automáticamente y que va preguntando las opciones necesarias, aunque también hay instrucciones para hacer la instalación a mano.
Una vez instalado el programa se ejecuta con la periodicidad que se la ha indicado y comprueba si en una URL determinada que se le puede indicar al configurarlo hay algo de texto. Si en efecto es así, procede a enviar la información; si el URL está vacío o no existe, no hace nada.
Ojo, que si no se le indica ningún URL en la configuración el programa envía la información sí o sí cada vez que se ejecuta.
Obviamente si el ladrón formatea el disco una vez que se ha hecho con el ordenador Prey no va a servir de nada, pero menos da una piedra, y además es gratis… Y ya no sería el primer caso en el que a un amigo de lo ajeno no se le ocurre lo de borrar el disco del ordenador y que es descubierto.
La única condición que pone Tomás para usar esta utilidad es que se cumpla la licencia SRTCRMCUC bajo la que lo ha publicado: «Si Recuperas Tu Computador Robado Me Compras Una Cerveza», que viene a ser una GPLv3 con el añadido de lo de la cerveza.
(Vía ALT1040.)