Por @Alvy — 8 de abril de 2017

Simon A. J. Winder dedicó hace tiempo cinco años (2009-2014) a la construcción de esta Calculadora a base de relés, un curioso ingenio electromecánico que hace de la computación algo más visible y a «escala humana», frente al oscurantismo de los microchips actuales.

El vídeo es viejo (nos lo recomendó David, ¡gracias!) pero muy explicativo. La inspiración le llegó a Winder a partir de los trabajos de Konrad Zuse, uno de los pioneros de la computación y cuyos primeros ordenadores cuentan con un destacado puesto en la historia de la computación.

Los relés de la máquina hacen el papel de los transistores modernos y están diseñados por bloques para mantenerse sincronizados y que no surjan problemas porque unos actúen antes que otros. Una vez que Winder consiguió que funcionaran las primeras versiones pasó a fabricarlos a escala en placas de circuito impreso con 16 unidades cada una, unos 480 en total. La pantalla la diseñó con unos tubos nixies rusos IN-16. Y utilizó un motor como «reloj» para marcar los pasos de la bestia.

En este sentido recuerda mucho al trabajo de Howard Aiken, otro pionero de la informática, cuyo Harvard Mark I estaba compuesto por varias unidades que se sincronizaban mecánicamente gracias a un motor eléctrico de 3,7 kW que movía un eje de 15 metros.

El dispositivo de entrada también es altamente curioso: un marcador de teléfono rotatorio. El usuario marca el número que desea y un conversor lo va pasando a binario pulsación a pulsación.

El «cerebro» de la calculadora tiene dos registros: uno de 8 bits para la entrada y otro de 17 para la respuesta y 11 estados posibles. Para quien se anime a fabricar una igual o similar también publicó toda la documentación en su blog.

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