Tal día como hoy, un 5 de marzo pero de 1981 (hace la friolera de 36 años) se lanzaba al mercado británico el Sinclair ZX81, uno de los primeros microordenadores personales que pudo llegar a la gente corriente. Su precio era de 49,95 libras que en pesetas eran 20.000. Eso sería equivalente (ajustado a la inflación entre 1981 y 2017) a unos 550 euros de hoy en día.
Entre sus características más destacables estaba una CPU Z80, que solo tenía 1 KB de memoria RAM, un espantoso teclado de membrana que tendía a romperse con el uso y salida de vídeo RF para televisión (algo común en la época). La pantalla mostraba 32 caracteres y 24 filas y podía llegar a visualizar gráficos de 64 × 48 píxeles.
A pesar de sus limitaciones gracias a los complementos hardware (ampliaciones de memoria, puertos de comunicación) y al ingenioso software que desarrollaban los aficionados (por ejemplo usando el juego de caracteres gráficos que se podían ver en el teclado) dio lugar a todo un «ecosistema» de juegos, pequeñas utilidades y sobre todo una herramienta de aprendizaje de la programación (Basic y ensamblador).
A título personal añadir que fue el ordenador que más deseé, pero que nunca tuve. Por suerte empecé directamente con el VIC-20 en 1982, un equipo notablemente superior.
(Vía Mental Floss.)