Por @Wicho — 6 de enero de 2005

Una anotación de Mark Frauenfelder en BoingBoing acerca de cómo a su mujer le ha sido imposible pagar una multa que le pusieron a pesar de haberlo intentado en varias ocasiones porque el agente que se la puso olvido poner la fecha y a causa de eso no aparece en el sistema informático de la oficina de tratamiento de multas de Los Angeles (A Kafka day at the Los Angeles traffic ticket office, Update on my wife's Kafka-esque traffic ticket dilemma) me recordó una vez más lo mal que se diseñan e implementan muchos sistemas informáticos y un nuevo ejemplo que me ocurrió hace poco.

El mes pasado me fui de viaje con mi familia y en el viaje de ida el sobrecargo del vuelo de Air France (cuya web, por cierto, no funciona correctamente con prácticamente nada que no sea Microsoft Explorer en Windows) nos comentó que era una lástima que no les hubiéramos avisado de que viajábamos con niños, ya que de haberlo sabido habrían embarcado menús especiales para estos.

Me pareció cuando menos chocante que dijera que había que avisar, ya que habíamos comprado los billetes con unos seis meses de antelación, y sabían de sobra que dos de ellos eran para niños, ya que les aplicaron la tarifa reducida correspondiente.

De todos modos, en el viaje de vuelta comentamos lo de los menús infantiles al facturar, pero ni aún así: ¡Por lo visto hay que avisar con al menos 48 horas de antelación!

Se ve que los ordenadores de los distintos departamentos de Air France KLM no se hablan entre si ;-)

Lo peor es que esto no es un caso aislado ni mucho menos: en su momento ya comentamos lo del registro en la web de El Corte Inglés, lo de los avisos inútiles de uso de tarjetas en cajeros, la complicación inútil a la hora de recoger cibertickets de Iberia, o lo del cajero de un parking que le pidió 48.019,50 euros a Nacho por tres o cuatro horas...

Y seguro que se te ocurre alguno más.

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