Por Nacho Palou — 3 de febrero de 2017

The 8-Bit Guy compró en eBay un Commodore 128 bastante hecho polvo (”probablemente el peor que he visto nunca”): la carcasa de plástico y las teclas estaban totalmente amarillentas y mugrientas, e incluso faltaba alguna que otra tecla — aunque en su interior parecía estar todo bien y funcionar correctamente después de algunos ajustes y reparaciones en los circuitos electrónicos de la placa base.

Con agua y limpiador multiusos consiguió eliminar la mayor parte de la mierda del ordenador. Tras frotar con energía con un paño impregnado alcohol desnaturalizado o alcohol etílico el plástico de la carcasa y las teclas empezaron a recuperar su color original. El proceso de blanqueado culmina después de envolver las piezas de plástico en película de plástico para cocina embadurnado con agua oxigenada en crema, y exponerlas a la luz del sol.

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