Por @Wicho — 25 de agosto de 2009

Desde 2001 Gordon Bell, un investigador de Microsoft, está llevando a cabo un proyecto llamado MyLifeBits en el que está almacenando digitalmente toda la información que genera a diario con la ayuda de toda una serie de dispositivos como un escáner de sobremesa, diversas cámaras de fotos y vídeo, una grabadora de voz, un teléfono inteligente, un podómetro e incluso un monitor de ritmo cardíaco.

Todo esto ha generado una lista de 221.173 sitios web, 56.282 fotos, 156.041 correos electrónicos enviados y recibidos, 18.883 documentos escritos y leídos, 2.000 conversaciones telefónicas, 66.000 fotos tomadas por la SenseCam que lleva al cuello, 7.139 canciones que ha escuchado, y 2.164 vídeos que aparecen representadas en este gráfico (pinchar para verlo entero):

MyLifeBits - Gráfico por Nicholas Felton
Microsoft Researcher Records His Life in Data - Gráfico por Nicholas Felton

El problema, dejando aparte que en este caso paga Microsoft, no ha estado en almacenar toda esta información gracias a la continua caída de precios de los dispositivos de almacenamiento, lo que pondría probablemente al alcance de cualquiera hacer algo similar sino ahora sí en poco tiempo.

En su lugar el mayor problema para Bell ha sido recuperar esa información una vez que estaba convenientemente digitalizada y guardada. Dice que al principio, usando una estructura típica de carpetas y archivos anidados no encontraba nada, ya que muchas cosas pueden ir en muchos sitios.

La solución vino de pasarse a una base de datos en la que todo puede estar almacenado en múltiples categorías y en indexar todo el texto que va a parar a ella convirtiéndolo en metadatos, lo que aumenta la capacidad de búsqueda y de encontrar cosas en el sistema de forma exponencial, una técnica hacia la que los modernos sistemas operativos ya están tendiendo con características como Spotlight de Mac OS X o Windows Search.

Bell cree que utilizando sistemas como este en el futuro podríamos dedicar menos de nuestra capacidad mental a intentar recordar cosas y dónde las hemos guardado y mas a ser creativos.

Toda esta experiencia está recogida en Total Recall: How the E-Memory Revolution Will Change Everything, un libro que tiene la pinta de ser la mar de interesante, en especial para los que padecemos la variante digital del síndrome de Diógenes y nunca borramos un archivo.

(Wired vía Gizmodo y Boing Boing Gadgets).

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