VLC es un pequeño programa que resuelve de una tacada muchas de las grandes preguntas que se hacen los usuarios: ¿con qué programa puedo ver cómodamente una película de esas que me he bajado por Internet? ¿Y si está en inglés y quiero verla con los ficheros de subtítulos que he encontrado por ahí? ¿Y cómo arreglo los subtítulos que están desincronizados?
Este reproductor alternativo a los que incluyen los diversos sistemas operativos funciona bajo Windows, Mac y Linux. Llevaba varios años en versión beta, aunque funcionando a la perfección; ahora ha visto la luz la versión 1.0 definitiva. Entre sus características principales está la posibilidad de reproducir películas en casi cualquier formato de los que circulan por la red (Quicktime, AVI, WMV, MPEG, DivX, XVid, AES3, Blu-Ray y decenas de otros codecs) y también para conectarse a servidores de audio o vídeo en streaming, como los que retransmiten canales de radio o televisión.
Además del soporte de diversos formatos VLC se caracteriza también por sus infinitas posibilidades de personalización. En las películas se pueden seleccionar las diversas bandas sonoras o pistas de subtítulos, que se pueden elegir cómodamente desde un menú. Si los subtítulos están ligeramente «desincronizados» se pueden adelantar o retrasar con un par de teclas, para lograr una reproducción perfecta. Si una película está comprimida, «empaquetada» o dividida en varias partes también se puede ver con solo arrastrar los ficheros sobre el icono del programa. Si el ordenador tiene mando a distancia, el programa detecta sus funciones y conectando la salida de vídeo a la tele del salón se puede disfrutar con él de un gran «cine en casa» directo desde Internet.
El programa está altamente optimizado de modo que es capaz de reproducir cualquiera de los formatos en alta resolución a toda pantalla si el ordenador tiene la potencia suficiente, incluso versiones en HD 1080 en los equipos más modernos, sin requerimientos excesivos excepto contar con un procesador moderno.