Algunos de los primeros usuarios en recibirlo no están muy contentos con la selección de juegos incluidos ni con los controles, pero aún así el ZX Vega resulta un cacharro intrigante.
Se trata de un ZX Spectrum reencarnado en una especie de mando de videojuegos que contiene el ordenador entero, con su conexión de vídeo compuesto y audio al televisor, y una ranura micro-SD que además de para actualizar el software que lo hace correr sirve para cargar más juegos, que se pueden encontrar por ahí con bastante facilidad.
Tiene también un interfaz para la expansión del hardware, con lo que no es descabellado pensar que en el futuro se le puedan conectar joysticks y/o teclados «de verdad».
Cuesta 100 libras + gastos de envío, aunque con alternativas como la Pitendo o el Raspberry Pi Emulator que ofrecen más opciones tú sabrás si tu ansia retro las vale.
(Vía La Voz de Galicia).