Por @Wicho — 9 de enero de 2025

La descripción
El InkPoster de 28,5 pulgadas en el MundoReal™ - PocketBook

Hace años que he desistido de intentar seguir mínimamente el CES por la cantidad de productos que se presentan en él. Pero en la edición de 2025 hay un producto que me ha llamado mucho la atención, el PocketBook InkPoster™. El fabricante lo define como «el primer póster de ePaper digital a color del mundo.» Pero a mí me parece una solución que por fin podría sacar del olvido todas esas fotos en formato digital que duermen medio olvidadas en nuestros discos duros y memoria de los móviles sin que nunca las veamos.

Sí, es algo que se puede hacer con una tablet o un ordenador viejos. O incluso con una Raspbery Pi y un monitor. Pero todas esas soluciones necesitan alimentación y por ende al menos un cable, lo que complica –al menos estéticamente– lo de colgarlos en una pared.

Pero sin embargo el InkPoster, al utilizar tinta electrónica, funciona con una batería recargable interna que le da hasta un año de autonomía entre cargas. Las imágenes a mostrar se le envían desde una aplicación para móvil, sí que no hace falta tocarlo para cambiar lo que muestra.

Hay tres tamaños: 31,5, 28,5 y 13,3 pulgadas. Las medidas en centímetros, incluidos el paspartú blanco y el marco de aluminio negro son de 59,9×93,47×2.45; 70,92×88,37×2,45; y 33,72×41,2×2,45 cm. Sus resoluciones respectivas son de 2.560×1.440 , 2.160×3.060 y 1.200×1.600 puntos lo que se traduce en 94, 131, y 150 puntos por pulgada, lo que en principio parece más que suficiente teniendo en cuenta que, especialmente en el caso de los dos más grandes, no vas a mirarlos de cerca. El de 31,5 pulgadas tiene formato 16:9; los otros dos son 3:4. Se pueden colocar tanto en vertical como en horizontal.

En cualquier caso lo importante es la fidelidad en la reproducción de las imágenes. Para ello utilizan pantallas E Ink Spectra™ 6 que prometen 60.000 colores. Claro que la prueba del algodón estaría en poder ver esas pantallas en directo.

El modelo de 28,5 pulgadas incorpora además una placa base IGZO de Sharp, lo que le da una mayor velocidad de refresco que a los otros dos modelos. Aunque no se muy bien para qué. ¿Quizás si lo usas para mostrar información que se vaya refrescando con más o menos rapidez?

Todavía no hay anunciada una fecha de disponibilidad, aunque casi mejor para poder ir ahorrando, ya que no son dispositivos precisamente baratos: el de 13,3 pulgadas sale por 599 dólares; el de 31,5 se va ya a los 1,700; y el de 28,5 con su frecuencia de refresco acelerada ni más ni menos que a los 2.400. Que habría que ver cómo se traducen a euros, claro.

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Por @Wicho — 7 de enero de 2025

Nick de Projects in Flight se autodefine como un nerd, un empollón. Como tal tiene intereses quizás un tanto peculiares. Uno de ellos es la microscopía, lo que le ha llevado a conseguir que le dieran un microscopio electrónico de barrido estropeado… ¡Y a conseguir ponerlo en marcha en su casa!

Esta historia comienza cuando le compraron su primer microscopio mientras estaba en primaria. Luego, ya en en instituto, ahorró para comprarse uno mejor, que aún usa. Y ya en la universidad consiguió un trabajo de becario durante un tiempo en un laboratorio en el que utilizaban un microscopio electrónico de barrido, SEM por sus siglas en inglés.

Un microscopio electrónico de barrido consigue ver detalles que un microscopio de luz visible simplemente se incapaz de ver porque, explicado un poco grosso modo, la luz no interactúa con objetos tan pequeños. Para ello usa electrones, que tienen una longitud de onda mucho menor, y en el caso de un SEM, lo que hace es ir desplazando el haz de electrones línea a línea por el objeto a observar. Un poco al estilo de las viejas televisiones de tubo en las que un haz de electrones iba pintando las imágenes, aunque en este caso el microscopio es capaz de leer los que vuelven rebotados del objeto en estudio y de construir con ellos una imagen visible.

Son cacharros que cuestan cientos de miles de euros. Pero Nick se dio cuenta de que según va avanzando la tecnología iban apareciendo en el mercado microscopios ya en desuso porque habían sido sustituidos por otros más modernos. Así que se puso a buscar uno que pudiera permitirse y que le cupiera en casa. O más bien en el garaje, supongo.

Y después de unos diez años de búsqueda dio con un JEOL JSM-5200 que tenía las ventajas de pesar unos 360 kilos y tener el tamaño de una mesa, lo que son un peso y un tamaño pequeños para un cacharro de estos. Lo malo es que no funcionaba. Así que Nick le dijo a los dueños que no le interesaba. Pero que si al final no conseguían que nadie lo comprara y decidían deshacerse de él que lo llamaran.

Lo que sucedió unos seis meses después.

Así que de repente Nick se encontró con un JEOL JSM-5200 junto con un montón de manuales y esquemas en su casa. Armado con eso y después de leer un montón sobre cómo funcionan estos cacharros y después de encontrar en línea a otras dos personas que estaban intentando poner en marcha sendos JSM-5200 comenzó la tarea de intentar devolverlo a la vida.

Lo primero que encontró fue un fusible fundido… Sólo que por supuesto la cosa no fue tan sencilla como cambiarlo. Nick tuvo que aplicar sus habilidades a la parte eléctrica del microscopio, a las bombas de vacío que necesita para funcionar, e incluso con un refrigerador que es necesario para que las bombas funcionen correctamente.

Pero con paciencia y perseverancia al final ha conseguido que el microscopio vuelva a funcionar. Y aunque aún le quedan algunos detalles que repasar con la electrónica del cacharro para mejorar un poco la calidad de la imagen no deja de ser todo un logro que haya llegado hasta ahí.

(Gracias, Gali).

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Por @Wicho — 28 de diciembre de 2024

Ilustración en el estilo de una postal navideña en la que sale un cargador USB-C azul con la bandera de la UE dentro de una caja de regaloDesde hoy, 28 de diciembre de 2024, y no es una broma de los Santos Inocentes, el cargador USB-C se convierte en el estándar obligatorio en la Unión Europea para casi toda la cacharrada electrónica.

Esto incluye teléfonos móviles, cámaras digitales, cascos y audífonos, consolas de videojuegos manuales, altavoces portátiles, libros electrónicos, teclados, micrófonos y sistemas de navegación portátiles.

Pero todavía no relojes inteligentes o pulseras o anillos de actividad. Ni tampoco a los ordenadores portátiles, que tienen hasta el 28 de abril de 2026 para adaptarse a la nueva directiva europea.

La directiva también estandariza los requisitos de carga rápida, lo que permitirá a los usuarios cargar los distintos dispositivos a la misma velocidad con cualquier cargador compatible.

La idea es, por una parte, facilitar la vida a los consumidores, y por otra reducir la cantidad de basura electrónica que se genera. Y es que todos tenemos cajas llenas de cargadores que ya no usamos pero que guardamos por si acaso. Por no hablar de regletas de enchufes repletas de cargadores distintos para los diferentes dispositivos que utilizamos a diario.

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Por @Wicho — 23 de diciembre de 2024

Imagen de un iPhone en el que se va a activar la función de compartir ubicaciónEn casa viajamos en avión con bastante frecuencia. Así que en cuanto Apple sacó los AirTag y comprobé cómo funcionaban tardamos cero con nada en ponérselos a nuestras maletas. Aunque sólo nosotros teníamos acceso a su ubicación en tiempo real. Pero en los próximos meses Apple permitirá compartir la ubicación de los AirTag en tiempo real con las aerolíneas para encontrar equipaje perdido.

La idea es que si se pierde una pieza de equipaje le puedes enviar a la aerolínea un enlace. Es un enlace que caduca a los siete días o en cuanto el AirTag se conecta por Bluetooth con tu móvil, tableta u ordenador, lo que quiere decir que felizmente ya os habéis reunido. También puedes desactivar el enlace a mano.

Pero esa función no está activa todavía porque las aerolíneas están implementando una capa extra de seguridad que limita quién puede acceder a esos enlaces. Las primeras aerolíneas que Apple ha anunciado que formarán parte de este programa son Aer Lingus, Air Canada, Air New Zealand, Austrian Airlines, British Airways, Brussels Airlines, Delta Air Lines, Eurowings, Iberia, KLM Royal Dutch Airlines, Lufthansa, Qantas, Singapore Airlines, Swiss International Air Lines, Turkish Airlines, United, Virgin Atlantic, y Vueling. Pero la idea es extenderlo a más.

La idea es también incorporar estos enlaces a WorldTracer, un software utilizado por más de 500 aerolíneas y empresas de handling en más de 2.800 aeropuertos de todo el mundo.

Desde que utilizamos los AirTag –y toco madera– nunca hemos perdido una maleta. Aunque sin ir más lejos entre ayer y hoy utilizamos uno para seguir el camino de una –que ya está en casa– que perdió una conexión. En cuanto Apple active esa opción podríamos haberle pasado el enlace a la aerolínea en cuestión para ayudarles a localizarla.

Todo esto es una evolución de la función de compartir objetos que apareció en iOS 17, iPadOS 17, y macOS 14 Sonoma. Hasta ahora estaba limitada a otras cinco personas, que además tenían que tener una cuenta en iCloud para poder utilizarla.

Con iOS 18.2, iPadOS 18.2, y macOS 15.2 Sequoia, que ahora mismo están en beta pero pronto deberían estar disponibles para todo el mundo, se eliminan esas dos limitaciones y podrás compartir el enlace con quien te parezca, aunque no tenga una cuenta en iCloud, ya que el enlace podrá ser utilizado desde cualquier navegador.

(Vía TidBITS).

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