Catfish (Henry Joost y Ariel Schulman, 2010) es un documental –o más bien «una especie de…», que dirían los puristas– acerca de un tipo normal y corriente que conoce a alguien a través de Facebook. Sin querer revelar nada digamos que la inocente relación empieza a complicarse con cada mensaje que va de un lado a otro; luego aparece más gente, ocurren algunas cosas extrañas y tras un poco de investigación en el MundoReal™ el «misterio» queda servido en bandeja – mientras unos amigos lo documentan y graban con todo detalle en vídeo.
La película deja una sensación que seguramente habrán tenido muchos de los que lean esto a nada que hayan pasado algo de tiempo en alguna red social: ¿Con quién estoy hablando realmente? ¿Por qué le dedico tanto tiempo a esto? ¿A dónde quiero llegar? Por suerte –o por desgracia– no todas las historias tienen la complejidad de la de Catfish, pero no está nada mal pasar un rato entretenido viendo qué hace la gente en situaciones similares y, digamos, un tanto rarunas.
