Por @Wicho — 28 de diciembre de 2020

La foto con las cenizas de Scotty que se quedó en la EEI – Richard Garriott
La foto con las cenizas de Scotty que se quedó en la EEI – Richard Garriott

Richard Garriott, que en octubre de 2008 estuvo a bordo de la Estación Espacial Internacional (EEI) como astronauta privado (AKA turista espacial) acaba de revelar que llevo con él a bordo de forma clandestina algunas de las cenizas de James Doohan, más conocido por su papel de Scotty en Star Trek. Y que desde entonces hay parte de ellas escondidas allí pues no trajo todas de vuelta.

Tras el fallecimiento de James Doohan en 2005 su familia se propuso que parte de sus cenizas llegaran al espacio, algo que él le habría encantado. Un primer intento fue a bordo del tercer Falcon 1 de SpaceX que despegó el 3 de agosto de 2008. Pero ese cohete falló a los pocos minutos de despegar y no alcanzó el espacio. El segundo intento oficial fue en 2012 en la segunda etapa del Falcon 9 que lanzó la Dragon C2. En este caso todo funcionó a la perfección y durante cosa de un año las cenizas de Scotty y otras 307 personas estuvieron en órbita hasta que la etapa reentró en la atmósfera y se incineraron (de nuevo) en ella, lo que no es un mal fin.

Cápsulas con cenizas de personas que fueron enviadas al espacio – Celestis
Estas cápsulas contienen las cenizas de personas que fueron enviadas al espacio. Mirando con atención se puede leer sus nombres y algunos textos que las acompañan – Celestis

Pero lo que acaba de saberse es que Chris Doohan, el hijo de James, se puso en contacto con Richard Garriott en 2008 poco antes de que despegara rumbo a la EEI para ver si se podía hacer algo para llevar a Scotty a la Estación. Para entonces Garriott ya estaba en cuarentena pero le dijo que se las enviara, que algo se le ocurriría.

Y lo que hizo fue imprimir tres fotos de Scotty y plastificarlas pero asegurándose de que dentro del plastificado iba parte de las cenizas. Esas fotos no tenían permiso para ir a la Estación –todo lo que va allí tiene que haber sido autorizado– pero Garriott las escondió en la carpeta de su plan de vuelo esperando que no lo pillaran porque se podía meter en un follón.

Hubo suerte y no lo pillaron. Así que esas tres fotos llegaron a la Estación sin mayores problemas. Una de ellas está en poder del hijo de Scotty, otra se supone que fue liberada en el espacio por Garriott –aunque me gustaría saber cómo porque nunca participó en un paseo espacial– y la tercera es la que por lo visto lleva desde entonces escondida bajo el suelo del laboratorio Columbus de la Estación Espacial Internacional.

Lo de las fotos escamoteadas ya lo había contado Garriott en alguna ocasión; de hecho hay vídeos en YouTube en los que habla de ello. Pero hasta el día de Navidad de 2020 no habían revelado lo de la foto que sigue a bordo de la Estación.

Que ahora se puede convertir en un pequeño probema de relaciones públicas para los socios de la EEI, aunque lo más razonable es que o bien la dejen donde está o bien la saquen de ahí y la coloquen a la vista entre algunos de los otros cientos de recuerdos que decoran las paredes de la Estación.

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