Por @Alvy — 22 de septiembre de 2018

Los arranques de los primeros minutos de algunas películas son auténticas perlas del cine que, siendo sinceros, valen tanto o más que muchas películas completas. También llamados intros u openings, dejan con la boca abierta, presentan al espectador el contexto del film y generalmente cuentan una parte importante de la historia – o de «lo que sucedió antes». Estos son mis cinco favoritas dentro del género de ficción:

#1Watchmen (Zack Snyder, 2009). Utilizando como música el gran The Times They Are A-Changin’ de Bob Dylan –todo un simbolismo por su letra con la historia que se narra– el arranque de los créditos de la versión cinematográfica de una de las mejores novelas gráficas de la historia creada por Alan Moore y Dave Gibbons a finales de los 80 es toda una película en sí mismo.

Son pequeñas secuencias a cámara entre estática y lenta que narran la historia tanto de los Watchmen como de los Minutemen – sus predecesores en la primera mitad del siglo XX de un universo alternativo al nuestro. Excepto el poderoso Dr. Manhattan que tiene el «poder del átomo» y es prácticamente un dios, el resto son simplemente gentes con habilidades muy entrenadas y mentalidad justiciera. Algunos de los Minutemen de hecho acabaron como los simples mortales (uno murió atrapado por su capa en una puerta giratoria; otra, asesinada a traición; alguno en el manicomio). Los cinco minutos permiten además recorrer todas esas décadas en el tiempo y ver cómo en ese «universo alternativo» están presentes en el lanzamiento de la primera bomba atómica, en la Guerra de Vietnam, en la llegada del hombre a la Luna o en el asesinato de Kennedy. Y todo esto es antes de que comience la película (o la novela gráfica, para el caso). Cada ínfimo detalle es significativo, de ahí su grandeza.

#2Valerian y la ciudad de los mil planetas (Luc Besson, 2017). Tres minutos con el Space Oddity de David Bowie que narran de forma muy emotiva la historia de los encuentros espaciales, desde que rusos y norteamericanos se dieron la mano al conectar sus cápsulas en la misión Apolo‑Soyuz (1975) pasando por una preciosa superestación espacial en 2020 a la que van llegando todos los países del planeta y posteriormente al primer contacto en 2150 y a partir de entonces… todo es posible.

#3Contact (Robert Zemeckis, 1997). Lo más interesante de esta intro es cómo capta la premisa del libro de Carl Sagan, combinando imágenes de planetas, galaxias y nebulosas (aunque no esté del todo a escala) al más puro estilo Cosmos con el más impresionante megazoom atrás jamás filmado. Pero la verdadera guinda es el audio: la idea es que cuanto más se aleja la cámara de la tierra más antiguas y menos numerosas son las emisiones de radiofrecuencias que han llegado hasta esa distancia. De modo que al alejarse está «retrocediendo en el tiempo», década a década – todo ello entre música, mensajes, noticias y discursos. Lo último que se oyen son las primeras retransmisiones de televisión y previamente de radio, que acaban a ~100 años luz con las emisiones de Marconi probando sus aparatos.

#4 - Regreso al futuro (Robert Zemeckis, 1985). La intro de este clásico no podía dejar de estar incluida en la lista. Aquí no hay música sino los tic, tacs de cientos de relojes de todo tipo (nada más apropiado para la película en cuestión) que dan paso a una de las máquinas de Rube Goldberg más desastrosas de la historia –digna de Simone Giertz– que sirve de despertador. Por el camino además se dejan ver recortes de periódicos relacionados con la historia y lo que sucedió en el pasado, homenajes a Einstein, Edison y Franklin y un segmento de noticiario sobre un robo de plutonio. Todos los relojes marcan las 7:53 (…menos el que está junto al plutonio). Otro reloj parece un homenaje a Harold Lloyd colgado de un reloj gigante en Safety Last! («El hombre mosca») que es exactamente lo que le sucede al Doctor Brown en la escena del reloj de la torre.

#5 – Deadpool (Tim Miller, 2016). Es una de las intros recientes más espectaculares, aunque más por el poderío técnico que por lo que cuenta. La música utilizada es Angel of the Morning de Juice Newton. Es una especie de madre de todos los bullet time con un plano completo por el que la cámara realiza un recorrido imposible en 3D señalando cada matiz del instante congelado de una secuencia de acción salvaje. Naturalmente, los detalles cuentan parte de la historia, lo cual es todo un logro. Y como bonus están los títulos de crédito «graciosillos» –para no aburrir– que ya presagian que la película no va a ser precisamente seria.

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{Nota: todas estas intros están disponibles en YouTube de diversas fuentes, donde se permiten ciertas licencias-a-modo-de-homenaje; pero al ser parte de películas comerciales puede que en el futuro «desaparezcan misteriosamente», así que en ese caso… a buscarlas en otra parte.} {Nota 2: por alguna razón la intro de Contact –que no tiene títulos de crédito al principio– está duplicada: inglés + alemán.}

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