Circle (2015) de Aaron Hann y Mario Miscione. Se trata de una peliculita de terror indie de bajo presupuesto que no es un peliculón pero al menos da que pensar un poco. Es diferente a lo habitual si obvias que se parece mucho a Cube, Saw y similares (te gustará si vas de ese palo); lo diferente es que aquí la intriga es puramente psicológica y para nada gore. Todo comienza cuando 50 personas despiertan alrededor de un extraño círculo en una habitación a oscuras; no pueden moverse ni tocarse y simplemente no saben qué hacen allí.
{Ligeros spoilers a patir de aquí}
La historia a partir de ese momento consiste en que todos los protagonistas intentan averiguar dónde están y por qué han sido «elegidos». Pero con un problema: cada dos o tres minutos un terrorífico sonido marca una cuenta atrás a final de la cual alguien muere. La cuestión es por qué unos mueren y otros no; si ellos pueden hacer algo al respecto y cómo evolucionará la situación.
El desarrollo implica a gente normal y corriente de todas las edades, profesiones y estatus sociales; un poco de estrategia de teoría de juegos y triquiñuelas psicológicas de todo tipo para influir en los demás. Porque todos los que están alrededor del círculo saben que pueden ser los siguientes de la lista: mientras intentan averiguar cómo sobrevivir no pueden sino «seguir jugando» en un macabro espectáculo donde se combinan todo tipo de cuestiones éticas, lógicas y de prejuicios sociales.
Quizá es demasiado larga para ser un largometraje, quizá el tema está demasiado manido o las actuaciones son demasiado «breves» (ejem, el «juego» es así) como para cogerles cariño y apreciar el verdadero terror de la historia… El caso es que le falta un puntillo o dos para ser algo mejor. Pero al menos da para pasar una tarde y pensar un poco sobre cómo nos comportamos con los demás y qué haría la gente, y nosotros mismos, en una situación similar.
