Flash, te quiero, pero sólo tenemos catorce horas para salvar la Tierra.
– Dale Arden
Gran alegría y alborozo me ha producido ver que StudiocanalUK ha anunciado la restauración de Flash Gordon en 4K, en lo que parece va a ser una edición de coleccionista de lujo total.
Esa versión es la rocambolesca película de 1980 ahora restaurada a máxima calidad, calificable de «serie B pero con presupuesto», dirigida por Mike Hodges. Es la grandeza del inicio de las aventuras interplanetarias de Flash Gordon, quarterback y salvador del universo, en estado puro. Es de ese tipo de películas que son objetivamente malas, pero a a vez imprescindibles (algún día haremos una lista). Con un mísero 6,5 de nota en la IMDB fue un desastre comercial y nunca mereció mucha atención, pero atención a todo lo que incluye:
- Banda sonora completa de Queen
- Max von Sydow en el papel de Emperador Ming
- Timothy Dalton como Príncipe Barin
- Ornella Muti como Princesa Aura
- Producida por Dino de Laurentis
- Decorados estrambóticos y baratos
- Cromas inolvidables (pésimos hoy, pero ya cantaban en su época)
Aunque Flash Gordon era muy anterior a mi época –fue Sci-Fi surgida en las décadas de los años 30 y duró hasta los 40, 50 e incluso más allá– reconozco que la película dejó huella cuando se estrenó en plena década gloriosa: 1980. De hecho recuerdo haber ido a verla en la clásica sesión continua y empalmar dos visionados uno detrás de otro, como era costumbre con las grandes películas.
Es también uno de esos pocos casos en los que la banda sonora era superior incluso al propio largometraje. El álbum de Queen además incluye muchos de los diálogos originales, de modo que para mí es de esas películas en las que puedo repetir buena parte de las frases míticas sin problema alguno: las llevo grabadas a fuego.